jueves, 29 de octubre de 2020

De mi propia cosecha.


 ¡Hola! 

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid voy a dedicar una entrada de este blog a comentar el trabajo que realizamos para la asignatura de 'Aprendizaje y desarrollo'.

Nuestro tema eran las Necesidades Educativas Especiales y nos centramos en el caso concreto de la dislexia. La propuesta que realizamos fue utilizar el 'Juego de la buena conducta' al que rebautizamos como 'Juego de la Cosecha' para conseguir crear un buen clima en el aula.

El juego lo representamos con la figura de un árbol. El árbol para que dé sus frutos necesita unas condiciones previas. Primero, la cantidad de agua y nutrientes que absorben las raíces es primordial para que estas puedan crecer y fijarse al suelo. Esta estabilidad ayuda a que el tronco crezca y sostenga las ramas que darán los frutos. De la misma manera para obtener buenos resultados en clase, primero tendremos que  alimentar las raíces, o sea las relaciones entre profesor y alumnado, con conductas positivas. El continuo trabajo en equipo ayuda a sostener y fortalecer ese tronco del que salen las diferentes ramas que podemos identificar con las materia a desarrollar en clase. La recompensa, al igual que el fruto del árbol, será alcanzar esos premios por el esfuerzo por mejorar el clima del aula.

Cada una de las ramas corresponde a las distintas asignaturas: Matemáticas, Física y Química, Música, Tecnología y Biología. En cada rama tenemos frutos de dos tipos, que representan los premios individuales o grupales con los que los alumnos son recompensados cuando ganan el juego.

Si solamente un equipo gana, deberá recolectar uno de los frutos con premio individual y, por el contrario, cuando ambos equipos ganan, tomarán uno de los frutos con premio grupal el cual disfrutarán todos los alumnos. Podrán descubrir el premio que han conseguido leyendo el reverso de los frutos.

En cada clase donde se juegue se debe tener una tabla con los dos equipos. Cuando uno de los componentes de un equipo incumpla alguna de las normas antes mencionadas, se anotará con una marca (X) en la entrada de la tabla de su correspondiente grupo. Se juega durante toda la duración de la asignatura, y, 10 minutos antes de acabar la clase, se anuncia cuál ha sido el equipo ganador del día. Si ambos han obtenido buenos resultados, es decir, pocas marcas de mal comportamiento, el profesor puede decidir que ambos grupos han ganado y se merecen un premio.  En ese momento, uno de los componentes del grupo, se levanta y elige uno de los frutos de la rama de la asignatura en la que se ha jugado de entre las recompensas grupales, y lee en voz alta lo que hay escrito detrás. El equipo que no haya ganado no obtiene ningún beneficio y permanece los diez minutos que quedan de clase realizando tareas antes de salir al recreo.

En el caso de que ambos grupos hayan ganado, se levanta un alumno de cada grupo y eligen entre los dos uno de los frutos de entre las recompensas para toda la clase. El premio que hay detrás lo disfrutarán ambos grupos.

Los premios que hay detrás de los frutos del árbol pueden ser generales, es decir, que serían válidos para todas las asignaturas, o específicos de cada una de ellas, y se pueden negociar el primer día de juego con los alumnos.

Con esto podemos conseguir que el clima en clase sea positivo y el alumno con dislexia se sienta totalmente integrado con el resto de sus compañeros.

Espero que os haya gustado!


Un saludo.

Elena

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo que los demás me enseñan: Top 5 de blogs!

  Ha sido una tarea difícil, ya que me hubiera gustado indagar un poco más en los blogs de todos mis compañeros, aun así.. aquí va mi top 5 ...